miércoles, 4 de mayo de 2011

La rosa y el príncipe

Y el príncipe se arrodilló ante la rosa,
contempló su aroma y se sintió conmovido.
La rosa era de fragancia prohibida...
era el amor en sí mismo.

La belleza de tus ojos
son el reflejo de tu alma,
Allá quiero anidar...
cerca de tu corazón que en ocasiones se desata.

La verdad está en mis labios,
tómala es toda tuya...
Sólo quiero que me escuches
en murmullos de locura...

Y vivo en las palabras
las palabras me dan forma,
pero sabes bien que hay sentimientos...
que nacen y no se deforman

He venido para seducir a tu sonrisa,
quiero que aparezca y vuelva a lucirse...
Deseo que sea mía, como esta rosa
y arrodillarme entonces por tus caricias.

Y yo el príncipe me arrodillo ante ti, mi rosa
me dejo llevar por la poesía... de estas altas horas.
Y yo el vampiro te escucho... los latidos de tu alma
esos que susurran mi nombre de forma calma.

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