miércoles, 14 de noviembre de 2012

Locura



Mírame mis ojos son también tuyos,
hundidos, oscuros, inquietos y deformes.
La hilera de blancos dientes sonríen,
casi cantan las palabras que la lengua contiene.

La piel que cubre tu joven cuerpo
es como la de un frío y rápido reptil,
eres sin duda el camaleón bien vestido.

Tus manos son las de un pianista ciego,
tocan notas en el aire buscando sinfonías.
Tus pies son ambos zurdos y tropiezas,
eres tan torpe como ágil cuando colocas la máscara.

Tú eres yo, yo soy tú, y bailamos un vals.
Jugamos a mentirnos mutuamente,
el espejo es el vínculo y puerta a ambos muros.
No desesperes, algún día seré tu nuevo amo.  

Poema propio como todos, dedicado a los escritores noctámbulos y a los locos. 

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