Ángel González
Para EL JARDÍN SALVAJE
En medio de la oscuridad, tu quejido.
En el centro del escenario, mi figura.
En el silencio roto, mi amargo corazón.
En la vida desecha, la actuación.
Y el telón se alzó precipitadamente,
las perfumadas flores cayeron a mis
pies
y mis cabellos se sacudieron
enérgicamente.
La prolongación de mi cuerpo es el
violín.
Noche de máscaras en el teatro,
un homicidio se llevará a cabo
y tú serás el bufón que pague el
dolor
de mi corazón y la sed de sangre.
Alza tu copa mientras me ves danzar
y grita fuertemente que me amas.
Y él cantará por mí “Sangre a la
sangre”
mientras acaricio sus cuerdas vocales.
En medio de la oscuridad, tu quejido,
En el centro del escenario, mi figura.
En el silencio roto, mi amargo corazón.
En la vida desecha, tu muerte.
No lo olvides jamás,
violín es maldición y maldición es
amor.
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