miércoles, 2 de noviembre de 2011

5 minutos

¿Qué quieres que te diga? Si ya no tengo palabras. Me he quedado mudo contemplando tu silueta moverse como sombras chinescas. Estoy perdido en otro mundo, en ese que me muestra tu mirada cargada de ese tono de esperanza y melancolía.

¿Qué esperas que diga? Tal vez no tengo porque hablar, con gestos puedo simular el vuelo de un águila como las lágrimas que no cesan de acariciar mi rostro de polichinela. Hemos perdido una guerra antes de iniciarla, pero ninguno de nosotros tiene valor suficiente para admitirlo.

Tal vez, todo estaba escrito y esto es sólo una obra de teatro maravillosa que nadie ve. Me siento un muñeco buscando unos brazos que lo estrechen, quizás bajo cientos de luces de neón que parpadeen con cierta belleza. Sea como sea, nos guiaremos hacia un paraíso de sombras y luces en lo que todo y nada están escritos en guiones deficientes.



La vida se acaba

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