En el nombre del amor

En estas líneas, muertas ahora y quizás muy vivas cuando las pronuncien tus labios mientras lees, dejaré escrito mi último poema. Quiero que recuerdes que todo esto lo hago únicamente en el nombre del amor, por el amor y no por algún propósito oscuro.

Quiero cometer una locura, una más.
Deseo hacerlo antes de morir definitivamente.
Dejaré aquí mi talento de loco maniático,
justo antes de último suspiro lunar.

Ignoro si sigues actuando nuevamente,
pero quiero creer lo que me haces ver.
Una vida sin amor es imposible, créeme.
He dejado de imaginar musas, para amarte a ti.

Poemas a altas horas recordando tu rostro,
deseando no necesitar tus caricias en esta muerte anunciada.
Sobreviviré tal vez, tan sólo una más... quizás.
Y todo porque quiero sentir el frío de un te quiero.

No podré hacer mucho por hacerte feliz,
no soy lo que necesitas y tú eres todo lo que deseo.
Nada podrá evitar que esto suceda, no estés triste.
Por favor no cargues con cruces de peso.

Eres el clavel que nació amapola y tiene aroma de rosa silvestre,
eres la belleza encarnada de un rojo en los labios de una doncella.
Por favor, no me dejes ir sin ver junto a ti estrellas...
más allá del último cartel de neón que anuncia el fin.

Seremos héroes de un cuento de hadas que nadie quiere leer,
tal vez así nos convertiremos en villanos apetecibles
y finalmente sintamos el fin de este sueño.
Sólo permíteme decirte que te amo... aunque lo desconozcas.

En el nombre del amor, de la pasión y la belleza...
en el nombre de la vida más trágica y la muerte más irrisoria...
no se muere por amor, pero se sufre tanto como se siente.
Sólo quiero besar tu frente y mirarte a los ojos... no es mucho.

Vive feliz, ajena a todo... yo seré la bestia que observa desde el castillo. Nunca jamás te obligaré a compartir conmigo este sentimiento... sin embargo... es un honor sentirlo. No se puede escribir si no se siente, no se puede cantar si no hay lágrimas.

Brindo por mi estupidez. Tú puedes brindar por tu sonrisa.