lunes, 5 de diciembre de 2011

Bailemos

Bailamos sin cesar, girando sobre nosotros mismos.
Caminamos sobre un manto de nieve
y nos besamos ofreciéndonos calor.
Fue nuestro primer encuentro, mi bella luciérnaga.

Soy el ángel que has visto en sueños,
me has confundido con un vampiro
y has sucumbido en mis oraciones.
Los ruegos que tañen las campanas al amanecer.

En este mundo de inventada y mecánica realidad,
donde los dos somos huérfanos y ciegos,
somos felices porque las flores de fantasía
se han expandido hasta el cielo brillando tiernamente.

La magia que atesoraba tu corazón ilumina
nuestros pasos que suenan en clave satánica.
Los secretos que nos ofrecemos pertenecen a otros,
pero nosotros los rescatamos para crear sueños.

Somos las lágrimas de un Dios bondadoso
el cual murió derrotado a manos de su hermano,
porque así siempre sucede en los relatos
más angustiosos y desoladores de escritores bohemios.

Todo por amor, todo por la pasión.
Hemos creado un mundo para los dos,
únicamente podremos permanecer nosotros.
Todo por la pasión de tus frágil cuerpo.

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