La fragilidad de tu cuerpo,
la belleza de tus ojos tristes
y la melancolía de tus labios
son el alimento de mis noches.
La fragilidad de tu alma,
la belleza de tu esbelta figura
y la melancolía de tus palabras
son el aliento de mis noches.
Te hice mío sin remedio,
busqué la solución a mi soledad
hundiéndote en ella.
Y aunque lo parezca no me arrepiento de
ello.
Danzas en medio de lo inhumano
y yo en medio del carisma y lo mordaz.
Bebiste de mí para vivir en la noche
y moriste para ser esclavo de mis
caprichos.
La fragilidad de tus manos,
la belleza de tus cabellos negros
y la melancolía de tu poesía
son el alimento de mis noches.
La fragilidad de tu piel
la belleza de tus suspiros
y la melancolía de tus pasos
son el aliento de mis noches.
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