Que será de mí si un día dejas de
amarme,
si un lejano otoño decides olvidarte
y provocar que las nieves cubran el
ayer.
¿Qué será de mí el día que no
golpees mi cristal?
Por eso pretendo hacer que te quedes
para poder conquistarte cada amanecer.
Por eso quiero que me abraces
y que mi semilla permitas crecer.
Que será de mí si un día ya no me
besas,
ni siquiera buscas mis manos para
acariciarme
y mis palabras aborrezcas como si
fuesen veneno.
¿Qué será de nuestros corazones
robados al infinito?
Por eso no voy a creer el tiempo,
pues el reloj no es más que un enemigo
a la locura que ambos compartimos.
Ven y brinda conmigo por nuestro vals.
¿Qué será de nosotros gatos sin
dueño
con un mundo demasiado extenso por
recorrer?
Es mejor que camines lentamente conmigo
hasta caer en medio del éxtasis de
placer.
Poema de Ángel González
Para EL JARDÍN SALVAJE
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