Llueven cientos de miradas deseosas
y labios húmedos conquistadores.
Llueve tu húmeda necesidad
y mi inquietante espera te
desequilibra.
Dame tu sensual energía.
Quiero levantar tu corta falda
y acariciar más allá de tus muslos.
Necesito verte oscilar sobre mí
como si fueses una nueva amazona.
Tus senos tiemblan en mi boca,
mientras tus ojos se van a la nada
y el fuego se apodera de ti
sintiendo las llamas en tu corazón.
Llueven cientos de reproches
y palabras sucias que bañan tu cuerpo.
Toco la lluvia con mis ansiosos dedos,
mientras una inquietante batalla se
liba.
Dame tu confiesa tu pecado.
Mis botones rebotan en el piso,
la camisa está rota y tu falda subida.
Siento el respirar agitado en tu boca
envenenando el aire de esta delicada
noche.
Te arrojaré a la alfombra y me
hundiré;
buscaré con mi lengua como llevarte al
paraíso
mientras tú te ofreces para que pueda
beber.
Gritos desgarrados y arañazos en mi
espalda.
Llueven gemidos ensordecedores
antes que sientas la serpiente entre
tus piernas.
Tus pezones dibujan figuras de fantasía
mientras yo cumplo la mía gracias a tu
bondad.
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