domingo, 18 de agosto de 2013

Alas blancas

Besé tus labios de mariposa triste
mientras la sinfonía de nuestras vidas
sonaba en una vieja radio de los ochenta
y por eso creo que me reviviste.

Abrí las alas lejos de la oscuridad
y al fin me hiciste volar.
Aparté tu flequillo y te besé en la frente
antes de marcharme de la ciudad.

Entre el aroma de las hojas de té
recordé tu perfume y tuve que gritar.
Viniste corriendo a mi lado
con las gasas de tus caricias.

¡Por que así ama con el corazón!
Estaba triste y tú viniste a darme el tuyo.
Junto curamos las heridas del ayer
y desde entonces bailamos con esta canción.

La radio sigue sonando con viejas sinfonías
y todas parecen ser los latidos acelerados
de nuestro pulso, nuestra locura llena de pasión.

A lo lejos puede verse el amanecer,
pero en las noches yo te querré.
¡Ah me dijiste que me amabas y creí morir!
Pero entonces me di cuenta que volví a nacer.

En este jardín lleno de flores hermosas
tú eres quien tiene los pétalos de fantasía.
Sé que quizás nadie más me conozca
como tú lo has hecho enredándote en mi amor.

Y entonces abrí las alas, me eché a volar
y noté que ya no eran negras sino blancas.
Tú hiciste que el luto del ayer se esfumara
y te convertiste en musa de ojos luceros del alba.




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