Observándote

Mis manos se aferraban al hierro del balcón. Contemplaba la noche en todo su esplendor, podía notar la fragancia suave deseo que escondías oculta en tu piel. A mis espaldas te encontrabas soñando con un mundo justo, pero la justicia hace tiempo que se vendió a un hombre rico de Wall Streat. Más que ingenuo eras utópico. Las utopías jamás se cumplen, no son factibles en un mundo que juega con las personas que dirigen.

Me giré observándote. Mis pasos se escucharon por la habitación hasta tu cama. Me senté junto a ti, acariciando tu rostro. Me sentía cómplice de un gran secreto, algo que debía proteger de ti, pero que tú ya intuías. La maldad está presente tanto en hombres como en criaturas de la noche. Si eres honesto y noble lo serás siendo humano como vampiro. Si bien, no podía decirte aquello para confirmar tus miedos y hacerte entender que tu amante siempre tuvo el corazón negro.

Las tinieblas no transforma en monstruos a los hombres, los hombres ya vienen alienados desde el inicio de sus tiempos... somos animales, animales que luchan por la supervivencia. No importa si eres hombro, licántropo o vampiro... todos tenemos que sobrevivir en una época oscura y destructiva.

-Nikolai... jamás podré ayudarte... eres demasiado frágil para comprenderlo todo.-