lunes, 14 de junio de 2010

Breve fragmento

Me desperté en la madrugada agitado, buscándote entre las sábanas de nuestro lecho, para al fin encontrarte y sonreír aliviado. Mi cuerpo estaba perlado de sudor y mi corazón parecía desear salir de mi pecho. Tuve miedo. Hacía mucho que ese sentimiento no anidaba en mi mente y me atemorizaba tanto como en esos momentos. Tiritaba abrazándote y besándote, notando como correspondías mis caricias y me abrazabas.

-¿Qué sucede?-preguntaste acariciando mis cabellos, quedándote quieto unos segundos intentando cruzar mi mirada con la tuya en plena penumbra.

-He tenido un sueño, más bien una pesadilla.-tú reíste bajo y no preguntaste nada más, tan sólo me besaste dulcemente en los labios y yo quedé dormido.

Sin embargo, hoy he despertado y realmente estoy solo. Aquello no era la realidad, sino un sueño del cual no hubiera deseado salir. Quiero volver a él, quiero enredarme en el laberinto de la imaginación y perderme por siempre. Mis pesadillas son reales, tú no estás ya a mi lado y noto que todo mi mundo se desvanece en la nada.

Te amo tanto, te deseo demasiado, y a la vez tú me odias alejándote dándome el trato que merezco. Fui un estúpido al no saber apreciar tu compañía, al no respetarte y no escucharte. Ahora camino solo buscando calmar mi dolor.

No hay comentarios: