lunes, 5 de julio de 2010

Te abandono

Te abandono cada noche. Dejo que tu cuerpo desnudo descanse lejos del mío. Me escabullo como si fuera un fantasma, como si nunca nos hubiéramos conocido. Actuo como un ladrón de minutos, de tu tiempo, y me quedo contemplándote con la sensación que caí a tus pies otra vez. Estoy arruinando mi vida, tu vida, la de mi mujer y la de mi hijo. Estoy arruinando todo. Lo arruino mientras soy feliz, feliz sólo por estar junto a tu cuerpo tres veces por semana.

-Ya me voy.-sé que no me escuchas, que duermes aferrándote a la ilusión de un día despertarte y verme a tu lado, pero soy un egoista atemorizado.

Temo dar el gran salto. No quiero perder lo que tanto me costó. Un alto cargo en la empresa de mi padre, el cual aborrece a los que son como tú y como yo, un hijo maravilloso, el cual podrían alejarlo de mí o sentirse decepcionado, una consejera que siempre me apoya cuando siente que desfallezco, la cual es mi mujer y la cual jamás me perdonaría. No quiero pensar en que tú un día te canses de todo, que cuand de el gran salto sea demasiado tarde o termines dejándome.

Suena el móvil mientras anudo nuevamente mi corbata, miro el número y es mi mujer. Su tono de voz se nota preocupado, el niño está enfermo y pregunta si puedo salir antes de la reunión. Mientras voy tranquilizándose mis pasos se alejan de ti, de la cama que hemos convertido, y de la habitación que ha sido testigo del placer de ambos. Somos unos malditos, estamos malditos, vamos a maldecir al mundo con nuestra sola presencia.

-Tranquila.-susurró antes de subir al ascensor.-Ya voy para casa, estaré ahí… te amo.

¿Desde cuando dejé de sentir esas palabras? ¿Alguna vez las sentí? ¿He sido capaz de amar a alguien más que a ti? No, no lo sé. No estoy seguro. No quiero preguntártelo más. Tan sólo dime que tú te quedarás aunque me quede sin nada… dímelo.

No hay comentarios: