domingo, 23 de octubre de 2011

Leonore

Hay mil poemas de amor,
cientos hechos para pompas fúnebres.
Hay mil canciones de amor,
cientos creadas para ser una marca de ropa.

Yo te escribiré poemas, Leonore.
Yo te recitaré poemas, Leonore.
Haré que tu alma vuele,
que puedas describir como son las estrellas.
Haré que tu sonrisa en carcajadas resuene,
que te puedas ver eternamente bella.

En el ocaso de tu vida yo te tomaré la mano,
te regalaré jazmines y orquídeas.
En el amanecer te regalé margaritas de metal,
esas que te hicieron llegar a la fantasía más perfecta.

Bailarás para mí como un hermoso ángel,
la muerte no podrá tocarte...
aunque tus cabellos se vuelvan grises,
tus manos se cubran de ríos de arrugas...
Y tus ojos, tus ojos se empequeñezcan como por arte de magia.
Pero bailarás para mí como un heraldo,
la muerte no existirá para tal arte...

Te amo desde el principio de nuestro camino,
te amaré cuando lleguemos al final alguna noche...
veré como caminas de puntillas, no vayas a despertar los malos augurios,
y correrás hacia la luna que te besará la frente atrapándote por la cintura.

Hay centenares de poemas para mujeres,
algunas se llaman flores y otras son jarrones.
Hay centenares de poemas para mujeres,
unas son musas y otras reinas de corazones.

Yo haré ramos de flores para ti, Leonore.
Yo te amaré a ti, Leonore.

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