martes, 25 de octubre de 2011

Message

Mensajes de ángeles escritos en cartas apolilladas en mi despacho, son la muestra que el arte a veces no se valora. Sentimientos que una vez poseí cálidamente en mi pecho, y ahora son fuego que consume mi alma.

Esos mensajes de otros mundos, de sueños oníricos que me hicieron sentir ufano y pequeño. Estoy perdido en mundos imaginarios tan babilónicos como bibliográficos, mientras tú te meces frente a mí bailando una canción de amor que escribí para ti.

Desconoces el significado de mi palabrería, tan sólo te hace sonreír en verdes amaneceres pintados con acuarelas que olvidé quemar cuando comencé a sentirme atraído por ti. Marionetas sin hilos que conversamos con poco de caliente helado entre sonrisas emborronadas por la lluvia de las últimas horas.

Hablaremos allá lejos, donde nadie pueda comprendernos. No hay mayor ciego que el que no quiere oír mis poemas dedicados para ti. No hay mayor cobarde que ese que pinta musas con tu nombre. Soy un cobarde y tú vives en ceguera permanente.

Te amaré en mis sueños y te olvidaré al despertar, hasta que mis ojos se crucen con los tuyos y entonces caiga en el mar de dudas. Ofreceré mi corazón para que lo destruyas, así quizás deje de sentir cada una de tus lágrimas golpeándolo como poderoso aguacero.

A todo esto... ¿te he dicho ya que te amo?

No hay comentarios: