domingo, 30 de octubre de 2011

Recuerdos de un ángel.

Dedicado a los recuerdos muertos.



No me des tu mano, mejor dame tu corazón.
Quiero anidar dentro de tus pensamientos,
por crueles y tétricos que estos sean.
Hazme hueco, necesito poder consumir el tiempo
el cual ya lo tengo perdido buscando al conejo de Alicia.

Soy esa oruga que se convirtió en ave,
para poder participar en la aurora de tu paraíso.
Nací un día de invierno de nieves cálidas,
y de un sol gélido que marchitaba las rosas.

Quiero que me entregues tu crisálida,
esa donde germina la fantasía...
Por favor, quiero ser libre.
Necesito encontrar a mis sueños una salida.

Soy el bohemio que surge del reloj encantado,
ese que en vez de tic-tac da las buenas noches.
Provengo de los últimos vestigios de este planeta,
de donde sólo puedes escuchar feas palabras y reproches.

Ignorarme mientras lamentas cada una de mis lágrimas,
pero haz como que no las escuchas para seguir firme.
Piensa que únicamente soy un demonio más,
aunque mi rostro sea el de un ángel.

Abriré mis alas de cuervo y mostraré la luz más tétrica,
y entonces te contemplaré con mis ojos rojos cubiertos de amargura.
Me iré para dejarte con la soledad más dura,
quizás así aprendes la lección de no amar sólo las envolturas.

En los violetas pastos del paraíso quizás nos hallemos.
Lugares insondables con la mirada, pero tan pequeños como una canica.
Yo estaré tocando mi violín para calmar a los gatos,
tú quizás llorando porque ya no te recuerdo.

Sayonara... Kiss me Goodbye...

No hay comentarios: