Un día dejarás de reírte, estarás amordazada y no de la forma que tanto te excita. Te mandaré al infierno, del cual jamás debiste salir. Mentirosa y rastrera, no te importó causarle daño. Fuiste como esas marionetas de películas de serie B. Viniste a destrozarnos.
Las mujeres son bonitas, huelen bien, suelen ser eróticas sin proponerselo y sobretodo... tienen carisma. Cosas de las que tú careces. No te importó hacernos daño, por lo tanto no nos importará hacerte daño. Tal vez, aprendas lecciones de como callar tus labios... insensata.
No, no te estoy amenazando. Tómalo esto como un anticipo del Dios de la muerte. De un Shinigami con alas de cuervo y sonrisa venenosa.
No eres Eva con esa manzana a lo madrastra de Blancanieves, aunque sí te pega el papel de cruel déspota sin corazón.
La vida te cobrará caro todo lo que haces, con creces... porque vives amargada por ese escultor de gárgolas al que inspirabas. Creo que la gárgola más fea de París se hizo en tu nombre. Y no lo digo por tu físico, sino por tu ponzoñosa alma...
¡Qué disfrutes del castigo! ¡De los infiernos más abrasadores! ¡Las mentiras se pagan caras! ¡Se pagan después de la muerte! o tal vez antes.
Las mujeres son ninfas, hadas... coquetos seres que con un pestañeo te hacen caer. Las mujeres con como Rita, La Garbo o Audry. Incluso las prostitutas más destrozadas por el paso del tiempo, esas Lolas o Dolores, que caminan descompasadas... son más señoras que tú.
Pocas veces, muy pocas veces, me he arrepentido de conocer a una mujer. Porque normalmente las mujeres son ramilletes de flores del paraíso. Y tú, tu eras flor de los infiernos. Mala hierva, grotesco ser que trepa por la sociedad buscando ¿qué? No tienes nada que ofrecer.
Ahora por tu bien, por el de todos los que te despreciemos, vete y no vuelvas. No hagas que mi crueldad se libere y te hunda. No quiero ser cruel contigo, aunque puedo serlo. Soy benévolo. Un demonio que se compadece de los estúpidos que vienen a su puerta.
Dedicado a esa señora que estuvo molestando en twitter creyéndose atrayente, acosándonos sexualmente y con fotos de perfil escatológicas
Las mujeres son bonitas, huelen bien, suelen ser eróticas sin proponerselo y sobretodo... tienen carisma. Cosas de las que tú careces. No te importó hacernos daño, por lo tanto no nos importará hacerte daño. Tal vez, aprendas lecciones de como callar tus labios... insensata.
No, no te estoy amenazando. Tómalo esto como un anticipo del Dios de la muerte. De un Shinigami con alas de cuervo y sonrisa venenosa.
No eres Eva con esa manzana a lo madrastra de Blancanieves, aunque sí te pega el papel de cruel déspota sin corazón.
La vida te cobrará caro todo lo que haces, con creces... porque vives amargada por ese escultor de gárgolas al que inspirabas. Creo que la gárgola más fea de París se hizo en tu nombre. Y no lo digo por tu físico, sino por tu ponzoñosa alma...
¡Qué disfrutes del castigo! ¡De los infiernos más abrasadores! ¡Las mentiras se pagan caras! ¡Se pagan después de la muerte! o tal vez antes.
Las mujeres son ninfas, hadas... coquetos seres que con un pestañeo te hacen caer. Las mujeres con como Rita, La Garbo o Audry. Incluso las prostitutas más destrozadas por el paso del tiempo, esas Lolas o Dolores, que caminan descompasadas... son más señoras que tú.
Pocas veces, muy pocas veces, me he arrepentido de conocer a una mujer. Porque normalmente las mujeres son ramilletes de flores del paraíso. Y tú, tu eras flor de los infiernos. Mala hierva, grotesco ser que trepa por la sociedad buscando ¿qué? No tienes nada que ofrecer.
Ahora por tu bien, por el de todos los que te despreciemos, vete y no vuelvas. No hagas que mi crueldad se libere y te hunda. No quiero ser cruel contigo, aunque puedo serlo. Soy benévolo. Un demonio que se compadece de los estúpidos que vienen a su puerta.
Dedicado a esa señora que estuvo molestando en twitter creyéndose atrayente, acosándonos sexualmente y con fotos de perfil escatológicas
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