Era un cuadro de otro tiempo,
tumbado en aquel diván color tinto
con las mejillas de manzana
y desnudo como si no tuviera frío.
Un cuerpo lozano que en otros tiempos fue joven,
y ahora será polvo y huesos en un cementerio.
Retrato de un Adán sin Eva ni pudor,
perdido en el tiempo de aquel lienzo.
Belleza destacada por el paisaje de fantasía,
donde reinaban las luciérnagas y las flores
de un jardín único, sacado de una mente etílica.
Piel de seda y nieve mostrada al mundo.
Pétalos de cerezos caían como delgada lluvia,
refrescando el paisaje verde y resplandeciente.
Sus labios gruesos parecían susurrar un nombre,
mientras ofrecía una copa que derramaba.
Narciso enamorado de la vida, no de sí mismo,
Baco que olvidaba el sabor del vino
y joven mito moderno de ojos de almendra.
Todo ello, para ser olvidado en la sala de un museo.
Dicen que cobra vida en las noches
y baila con los girasoles de otros cuadros
mientras muerde la manzana que le tiende Venus.
Fantasía en cuadros humanos más cálidos que tus ojos.
Y así los ves, como si fueran lienzos y nada más...
y así viven esperando el segundo en el cual despertar.
Arte, vida, poesía y lujuria encadenada firmemente
mientras el silencio los destruye y guarda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario