La sinfonía de tus pasos me estremece, hace que caiga en la locura y no desee curarme de ella. Es una sensación divina escuchar como caminas descalza, mostrándote salvaje e inexplicable. Eres uno de esos misterios que posee el mundo, uno de tantos, pero eres el fenómeno que más me atrapa como si fuera luciérnaga en un frasco. Y sin embargo, la luciérnaga eres tú. Eres un hada de contorneadas piernas y ojos de almendra. Eres la belleza hecha manjar, la poesía secuestrada para ser parte de una obra infinita. Sí, provocas nerviosismo y mezcla de palabras imposibles...
Tu forma de contemplarme, sigilosa como la de un gato, me recuerda que tu alma está inquieta y que sólo es la pose que me muestras. Eres increíblemente humana y a la vez pecado divino, manjar de dioses que no se atreven ni a besar tus labios. Lujuria de palabras en caricias lentas, en pasos cortos y miradas largas. Sensaciones que no puedo describir mejor, pero que erizan los vellos de mi nuca y me recorre de pies a cabeza.
Eres un enjambre de abejas reinas, que anidan en mi pecho, y crean el zumbido embriagador de mis latidos, sí tú eres el impulso necesario para sacarme de mi sosiego. Pura locura, puro pecado, y pura blancura la de tu traje.. ese que te envuelve como si fuera la seda de una crisálida y pudieras salir de él, escapar, con alas de mariposa de tacto parecido al terciopelo.
Tu forma de contemplarme, sigilosa como la de un gato, me recuerda que tu alma está inquieta y que sólo es la pose que me muestras. Eres increíblemente humana y a la vez pecado divino, manjar de dioses que no se atreven ni a besar tus labios. Lujuria de palabras en caricias lentas, en pasos cortos y miradas largas. Sensaciones que no puedo describir mejor, pero que erizan los vellos de mi nuca y me recorre de pies a cabeza.
Eres un enjambre de abejas reinas, que anidan en mi pecho, y crean el zumbido embriagador de mis latidos, sí tú eres el impulso necesario para sacarme de mi sosiego. Pura locura, puro pecado, y pura blancura la de tu traje.. ese que te envuelve como si fuera la seda de una crisálida y pudieras salir de él, escapar, con alas de mariposa de tacto parecido al terciopelo.
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