Te regalo mi última y más sufrida lágrima,
guárdala entre tus pestañas floridas
hasta que al fin, en el invierno,
el trino de la nieve acabe con ella.
Te entrego mi corazón malherido,
cose con cuidado tus cicatrices
y por favor haz que germinen
nuevas mariposas que produzcan latidos.
El colibrí de mi aciago cerebro
te lo ofrezco para que de hora
al reloj de tu cálido pecho.
Él sabrá cuidarte, como yo no sé hacerlo.
Ofrezco todo lo que poseo,
mis relatos, líneas de letras ininteligibles
y los poemas sin una sola rima
esos que tanto amas y admiras.
Te daré todo lo que he construido,
palacios de sombras y nubes de sueño.
Soy el dueño de la mentira
y el amante más extraño de la verdad.
Tendrás poesía en pinceladas de acuarela,
mundos pintados con ceras
y bosques de flores gato que maúllan
para conseguir el amor de dientes de león.
En este pergamino, el cual te doy como ofrenda,
tendrás todo lo necesario para mi Babilonia.
Podrás explotar sus recuerdos
y enterrar en sus islas los huesos de piratas caribeños.
¡Quédate con mi humilde coraza!
¡Abrázame hasta que sea polvo!
¡Y cuando marchite, por favor, no llores!
¡Cuando marchite, te suplico, tú sólo canta!
guárdala entre tus pestañas floridas
hasta que al fin, en el invierno,
el trino de la nieve acabe con ella.
Te entrego mi corazón malherido,
cose con cuidado tus cicatrices
y por favor haz que germinen
nuevas mariposas que produzcan latidos.
El colibrí de mi aciago cerebro
te lo ofrezco para que de hora
al reloj de tu cálido pecho.
Él sabrá cuidarte, como yo no sé hacerlo.
Ofrezco todo lo que poseo,
mis relatos, líneas de letras ininteligibles
y los poemas sin una sola rima
esos que tanto amas y admiras.
Te daré todo lo que he construido,
palacios de sombras y nubes de sueño.
Soy el dueño de la mentira
y el amante más extraño de la verdad.
Tendrás poesía en pinceladas de acuarela,
mundos pintados con ceras
y bosques de flores gato que maúllan
para conseguir el amor de dientes de león.
En este pergamino, el cual te doy como ofrenda,
tendrás todo lo necesario para mi Babilonia.
Podrás explotar sus recuerdos
y enterrar en sus islas los huesos de piratas caribeños.
¡Quédate con mi humilde coraza!
¡Abrázame hasta que sea polvo!
¡Y cuando marchite, por favor, no llores!
¡Cuando marchite, te suplico, tú sólo canta!
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