Bailarinas con zapatos de cristal,
crisálidas que se abren a tu paso
y flores secas que reviven en tu regazo.
Mundo de fantasía donde habitas.
Cajas musicales de robles milenarios,
silencios que se rompen con tu respiración
y plegarias convertidas en tu canción.
Mundo de fantasía de ángeles ciegos.
En las plumas de fuego de tu vestido,
el cual se tiño de luto aquella noche
para besar el rostro oculto de la luna,
están escritos los poemas que no he leído.
Tus manos de nieve son tan cálidas
que parecen llamaradas agradables del infierno
y que uso para recordar que sigo vivo,
por favor acaricia mi rostro con tus manos pálidas.
Cortejo de mariposas en flores del paraíso
que nacieron como rosas y acabaron como narciso.
Cortejo de mariposas en jarrones chinos
que terminaron explotando y cayendo en el piso.
Yo te recuerdo tocando el piano dulcemente,
mientras yo te contemplaba en silencio
porque no quería matar la belleza del cortejo
de tus dedos sobre las teclas de tu instrumento
Tú me recuerdas como un gigante callado
de mirada penetrante de sabor a café,
el cual tenía una sonrisa extraña
mientras te contemplaba, a ti su amada.
Pétalos de margaritas cisne al aire,
sueños derramados en la cama
y una danza fúnebre para corazones
que se unen en la melodía de la cigarra.
Sueños de verano que abundan en las cumbres
de tus pechos juveniles y de tus labios de ángel.
Sueños que son mi tortura, mi muerte,
porque apartas mis manos de tu cintura.
Bolas de cristal que con brío se agitan
para crear la magia de la nieve sobre nosotros,
somos los tímidos muñecos olvidados
con la felicidad dibujada en el rostro.
crisálidas que se abren a tu paso
y flores secas que reviven en tu regazo.
Mundo de fantasía donde habitas.
Cajas musicales de robles milenarios,
silencios que se rompen con tu respiración
y plegarias convertidas en tu canción.
Mundo de fantasía de ángeles ciegos.
En las plumas de fuego de tu vestido,
el cual se tiño de luto aquella noche
para besar el rostro oculto de la luna,
están escritos los poemas que no he leído.
Tus manos de nieve son tan cálidas
que parecen llamaradas agradables del infierno
y que uso para recordar que sigo vivo,
por favor acaricia mi rostro con tus manos pálidas.
Cortejo de mariposas en flores del paraíso
que nacieron como rosas y acabaron como narciso.
Cortejo de mariposas en jarrones chinos
que terminaron explotando y cayendo en el piso.
Yo te recuerdo tocando el piano dulcemente,
mientras yo te contemplaba en silencio
porque no quería matar la belleza del cortejo
de tus dedos sobre las teclas de tu instrumento
Tú me recuerdas como un gigante callado
de mirada penetrante de sabor a café,
el cual tenía una sonrisa extraña
mientras te contemplaba, a ti su amada.
Pétalos de margaritas cisne al aire,
sueños derramados en la cama
y una danza fúnebre para corazones
que se unen en la melodía de la cigarra.
Sueños de verano que abundan en las cumbres
de tus pechos juveniles y de tus labios de ángel.
Sueños que son mi tortura, mi muerte,
porque apartas mis manos de tu cintura.
Bolas de cristal que con brío se agitan
para crear la magia de la nieve sobre nosotros,
somos los tímidos muñecos olvidados
con la felicidad dibujada en el rostro.
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