Tu voz me calma, igual que una nana de una sirena salvaje.
Tu voz, sin duda, es como una dulce brisa marina enredando mis cabellos.
Tu voz es el eco de otro mundo, quizás vives en el fondo de mis lágrimas yaciendo en una crisálida.
Tu voz, nada más. Nacida de la lira de tus cuerdas vocales y el amor al viento.
Tu voz se desata, como un huracán que toca un campo de trigo arrancando de cuajo el fruto, cuando sientes la melancolía aplastarte.
Tu voz es la de un ángel con alas de mariposa, una de esas que no mueren en invierno sino que viven en el hielo.
Tu voz es un susurro de un poeta en sueños, que divaga y escribe versos como musa sin cuerpo.
Tu voz es mi inspiración, la salvación de un enajenado que no olvida tus labios.
Tu voz, coro de ángeles... tu voz.
Tu voz, sin duda, es como una dulce brisa marina enredando mis cabellos.
Tu voz es el eco de otro mundo, quizás vives en el fondo de mis lágrimas yaciendo en una crisálida.
Tu voz, nada más. Nacida de la lira de tus cuerdas vocales y el amor al viento.
Tu voz se desata, como un huracán que toca un campo de trigo arrancando de cuajo el fruto, cuando sientes la melancolía aplastarte.
Tu voz es la de un ángel con alas de mariposa, una de esas que no mueren en invierno sino que viven en el hielo.
Tu voz es un susurro de un poeta en sueños, que divaga y escribe versos como musa sin cuerpo.
Tu voz es mi inspiración, la salvación de un enajenado que no olvida tus labios.
Tu voz, coro de ángeles... tu voz.
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