Cierra tus ojos, deja que te guíen los sueños.
El paraíso se aprecia a lo lejos, el edén de la fantasía.
Las flores están creadas con nieve y poesía,
los lagos son las lágrimas que has derramado
y la luna que ilumina el oscuro firmamento
es tan sólo la ilusión que despiertan tus emociones.
Cierra tus ojos, deja que tus párpados se echen como persianas.
De tu espalda surgirán alas de plumajes diversos,
todas y cada una de esas plumas son palabras que ondeaste en el viento.
El edén te cubrirá con nuevas ropas, verdes y frescas
con las cuales adornarán tu piel cálida y suave.
Deja que el mundo se ocupe de todo, que te arrulle
mientras olvidas el pecado que es ser soñador en los mundos reales.
Cierra tus ojos y deja que mi voz te guarde
las sensaciones más culpables, porque aquí no hacen falta.
Los amaneceres aquí son de la belleza de las acuarelas,
las olas del cielo son las nubes de guerra
de tormentas que aliviarán los días más amargos.
Y en las noches podrás escuchar el violín tocado por una niña
mientras te conviertes en bailarina de pies desnudos
y corazón cubierto por las llamas de la hoguera de tu pasión.
Cierra los ojos, por favor... sueña al menos esta vez.
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