Las lágrimas que se deslizan por el lagrimal de mis ojos,
los cuales siempre fueron causa de tus escalofríos,
rozan tus mejillas y seducen tus labios de forma salada.
Las lágrimas que vierto sobre tu cuerpo es por el dolor vivido.
El luto que atrapa mis alas y aterra mi piel blanca,
el mismo tono que cubre la tuya y que tanto amas,
es el crespón que llevas en el pecho como recuerdo
pues son plumas del ángel que te cuida en las desveladas.
Te amo tanto que te he buscado en los infiernos de hierro,
aquí donde la desolación anida en el corazón mendigo
de cada alma desterrada y decadente que llamamos humanos.
Te amo tanto que he descendido para aferrarme a tus enaguas.
Hoy te vi y lloré por tus manos manchadas de tu sangre,
te quisiste arrancar los ojos para no contemplar los recuerdos.
Sin embargo, estos anidan en tu pecho el cual beso
mientras te estrecho entre mis brazos de demonio.
Mi dulce y pequeña criatura, tímida y solitaria
has iluminado mis sueños dándole un matiz cálido.
No permitiré que mueras helada por las palabras
que no he dicho, ni lo haré jamás, frente a tu rostro de porcelana.
Gira sobre ti bailarina, hazlo sin caja musical y ámame.
Sé que tus sentimientos son como las caricias de una flor,
como el recuerdo más cálido que puede sostener un ángel.
Gira maravillosamente mientras te sostengo, viajaremos en sueños.
Hoy te vi, te tuve en mis brazos y rescaté tus latidos.
Hoy te salvé de tus ojos asesinos y de tu instinto destructivo.
Hoy me quedaré a tu lado para permanecer largos siglos
besando tus dedos, alimentando tu boca con mis besos.
los cuales siempre fueron causa de tus escalofríos,
rozan tus mejillas y seducen tus labios de forma salada.
Las lágrimas que vierto sobre tu cuerpo es por el dolor vivido.
El luto que atrapa mis alas y aterra mi piel blanca,
el mismo tono que cubre la tuya y que tanto amas,
es el crespón que llevas en el pecho como recuerdo
pues son plumas del ángel que te cuida en las desveladas.
Te amo tanto que te he buscado en los infiernos de hierro,
aquí donde la desolación anida en el corazón mendigo
de cada alma desterrada y decadente que llamamos humanos.
Te amo tanto que he descendido para aferrarme a tus enaguas.
Hoy te vi y lloré por tus manos manchadas de tu sangre,
te quisiste arrancar los ojos para no contemplar los recuerdos.
Sin embargo, estos anidan en tu pecho el cual beso
mientras te estrecho entre mis brazos de demonio.
Mi dulce y pequeña criatura, tímida y solitaria
has iluminado mis sueños dándole un matiz cálido.
No permitiré que mueras helada por las palabras
que no he dicho, ni lo haré jamás, frente a tu rostro de porcelana.
Gira sobre ti bailarina, hazlo sin caja musical y ámame.
Sé que tus sentimientos son como las caricias de una flor,
como el recuerdo más cálido que puede sostener un ángel.
Gira maravillosamente mientras te sostengo, viajaremos en sueños.
Hoy te vi, te tuve en mis brazos y rescaté tus latidos.
Hoy te salvé de tus ojos asesinos y de tu instinto destructivo.
Hoy me quedaré a tu lado para permanecer largos siglos
besando tus dedos, alimentando tu boca con mis besos.
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