Melodías

La siniestra melodía de un violín
corta tus alas y te anclan al jardín.
La nieve cubre tus pies desnudos,
mientras tus labios guardan silencio.
Notas envueltas en caricias ciegas, eso es.

Melancolía en tus ojos negros
que se mezcla con la porcelana fría
que son tus brazos de hada.
La nieve sigue cayendo sobre tu traje,
el negro contrasta con el blanco ¿lo sabías?

La siniestra sinfonía de tu vida
que te hace girar como bailarina
es el recuerdo de los llantos perdidos
en canciones que una vez narró tu voz.
Delicada criatura de crisálida añil.

Melodía de emociones salen de tus dedos
palpando el aire y dibujando en este
los recuerdos dulces de un futuro incierto.
Sigues siendo tan perfecta e inquietante
como el día que te descubrí entre mis azaleas.

La sinestesia de palabras anémicas
que devoran los pétalos de tus lágrimas
son los besos que no te he dado.
Sueña pequeña bailarina de alas de nenúfar
que te convertirás en mariposa azul.




El diente de león que jugueteó entre tus dedos, para luego salir disparado frente a tus ojos, te echa de menos en los aires amargos de un reíno de fantasía coloreado por niños imaginarios. La cometa de la desesperanza se alza orgullosa mientras solloza carcajadas, porque hoy soñó con tus pies rozando la estepa helada. Las piedras del camino, esas que dañaron una vez tus frágiles tobillos y dedos de cine negro, hoy se lamentan el haberte hecho sangrar cada deseo. El ángel de la misericordia ora en el lago contemplando tu reflejo, el cual quedó vetado para el resto, mientras susurra que te ama en mil lenguas distintas que por supuesto desconoces.

Aguardamos tu regreso, porque Morpheo nos dijo que lo harías. Volverás más enigmática, más sublime, hecha poemas y pergaminos de leyendas inventadas por los serpenteantes ríos que recorren este vergel de flores cantantes de ópera y sonrisas de gato.