viernes, 1 de junio de 2012

Bomba de relojería


Explotas como si fueras una bomba nuclear,
lo haces en mi cara con ojos fieros y piel de demonio
siendo un ángel que parecía ser el consuelo de mis amargas noches.
Gritas de forma colérica, me arrancas la piel y quemas mi alma.

Explotas como si no tuvieras nada mejor que hacer,
me chillas, me azotas y me amargas los versos de poeta en desgracia.
Las alas que cubren mis espaldas son cristalinas, pero no invisibles.
Un día volveré a surcar los cielos aunque muera como Ícaro.

Abre tus ojos y mírame otra vez,
yo sigo siendo el mismo cínico de corazón dulce.
No te das cuenta que danzo en medio de la locura
y que tú deberías ser la melodía que aliente mi danza.

Explotas como pompas de pegajoso chicle de mil colores,
lo haces embadurnando mi piel color papel
y por último sonríes abofeteándome con indiferencia.
Si así crees que es el amor estás perdiendo, querida.

Explotas cada fantasía como si fuera un globo,
haces que se deshinchen mis ánimos optimistas
pero hoy dejé de ser tu esclavo para ser tu condena.
Aguardo el momento para vengarme con una sonrisa fría.




Los canallas no nacemos, los canallas nos formamos con el paso del tiempo.  

No hay comentarios: