Explotas como si fueras una bomba
nuclear, 
lo haces en mi cara con ojos fieros y
piel de demonio 
siendo un ángel que parecía ser el
consuelo de mis amargas noches. 
Gritas de forma colérica, me arrancas
la piel y quemas mi alma. 
Explotas como si no tuvieras nada mejor
que hacer, 
me chillas, me azotas y me amargas los
versos de poeta en desgracia. 
Las alas que cubren mis espaldas son
cristalinas, pero no invisibles. 
Un día volveré a surcar los cielos
aunque muera como Ícaro. 
Abre tus ojos y mírame otra vez, 
yo sigo siendo el mismo cínico de
corazón dulce. 
No te das cuenta que danzo en medio de
la locura 
y que tú deberías ser la melodía que
aliente mi danza. 
Explotas como pompas de pegajoso chicle
de mil colores, 
lo haces embadurnando mi piel color
papel 
y por último sonríes abofeteándome
con indiferencia. 
Si así crees que es el amor estás
perdiendo, querida. 
Explotas cada fantasía como si fuera
un globo, 
haces que se deshinchen mis ánimos
optimistas 
pero hoy dejé de ser tu esclavo para
ser tu condena. 
Aguardo el momento para vengarme con
una sonrisa fría. 
Los canallas no nacemos, los canallas
nos formamos con el paso del tiempo.  
No hay comentarios:
Publicar un comentario