Me tiendes una dulce sonrisa en medio
del desastre, 
esa mirada triste que quieres llenas de
flores 
es la que una vez deseé contemplar en
lago de la fantasía. 
Dulces son tus palabras, pequeña mía,
como dulces son tus pensamientos. 
Eres la mariposa cisne de un lago
marchito 
que intenta sobrevivir al paso de los
suspiros. 
Princesa, alza tu espada contra la
serpiente. 
No te dejes rendir en este instante
cruento, 
pues tienes que ajusticiar las cuentas
pendientes. 
La nana que mece tus cabellos azabaches
es la misma que se posa cual ave sobre
tus mejillas. 
Eres la dulce y perenne sonrisa que se
refleja en lago 
que en noches de luna llena he visto
cantar con los nenúfares. 
Libre sonrisa que vaga en las cumbres, 
palabras sueltas llenas de magia y
locura. 
Tú dulce niña eres la llama viva del
Jardín Salvaje. 
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