viernes, 15 de junio de 2012

Sinceridad


Sientes el peso del mundo sobre tus espaldas,
las palabras gélidas que una vez fueron cálidas
son tu tormento esta vez, igual que el desánimo.
Mañana será otro día y seguramente peor que este.

Sientes que nada importa, mucho menos tus sueños.
Te quedas aferrado a un saludo que no llega
y a una despedida que se posterga en el tiempo.
Mañana será otro día y seguramente nada cambie.



¡Despierta! Nada va a cambiar si tú no lo haces,
nadie hará por ti aquello que tú debes hacer.
Te quejas de los demás, pero luego te quedas ahí
mirando hierático al horizonte sin mover un dedo.

Es mucho mejor echar sal en las heridas ¿verdad?
Mejor cura tu estupidez y ese desánimo,
acepta que nada cambia si tú no quieres.
No eches la culpa a otros de tus desgracias.




Las brumas oscuras del ayer son los tatuajes del mañana,
las heridas cicatrizaran y el dolor apagará su llama.
Podrás ver que tus errores con nitidez y madurarás,
lo harás sin temor alguno pues has aceptado tus errores.


Un día te darás cuenta que todo ha ido mejor,
las decisiones que tomes debes meditarlas con calma.
No dejes que la presión de un momento te hunda
y si lo hace vuelve a levantarte.




Tus alas no están rotas, tu alma no está muerta...
no dejes que las lágrimas no puedan leer estas palabras sinceras.

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