Sientes el peso del mundo sobre tus
espaldas,
las palabras gélidas que una vez
fueron cálidas
son tu tormento esta vez, igual que el
desánimo.
Mañana será otro día y seguramente
peor que este.
Sientes que nada importa, mucho menos
tus sueños.
Te quedas aferrado a un saludo que no
llega
y a una despedida que se posterga en el
tiempo.
Mañana será otro día y seguramente
nada cambie.
…
¡Despierta! Nada va a cambiar si tú
no lo haces,
nadie hará por ti aquello que tú
debes hacer.
Te quejas de los demás, pero luego te
quedas ahí
mirando hierático al horizonte sin
mover un dedo.
Es mucho mejor echar sal en las heridas
¿verdad?
Mejor cura tu estupidez y ese desánimo,
acepta que nada cambia si tú no
quieres.
No eches la culpa a otros de tus
desgracias.
…
Las brumas oscuras del ayer son los
tatuajes del mañana,
las heridas cicatrizaran y el dolor
apagará su llama.
Podrás ver que tus errores con nitidez
y madurarás,
lo harás sin temor alguno pues has
aceptado tus errores.
Un día te darás cuenta que todo ha
ido mejor,
las decisiones que tomes debes
meditarlas con calma.
No dejes que la presión de un momento
te hunda
y si lo hace vuelve a levantarte.
…
Tus alas no están rotas, tu alma no
está muerta...
no dejes que las lágrimas no puedan
leer estas palabras sinceras.
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