Arrastra mi alma hasta el fuego,
deja que se estremezca sintiéndome
libre.
¡Ah! Será al fin un descanso eterno
¡Luego llora mi muerte!
Tú me expusiste ante todos,
sentí el dolor lacerando mi piel.
Tan sólo tengo mi viejo amigo,
este noble violín que aún conservo.
¿Quieres escuchar su melodía?
¡Hay cánticos provenientes del
infierno!
¿No me amas ya? Ven conmigo,
quiero hacerte ver en qué me has
convertido.
Arrastra mi alma hasta el fuego,
haz que las llamas lleguen hasta mí
y luego culpa a otros.
¡Ah! Disfrutaré de tus lágrimas.
Diré adiós a tus sonrisas seductoras,
como dije adiós a tus brazos que aún recuerdo. ¡Estoy hecho de
dolor, odio y maldad! ¡Yo soy el auténtico demonio!
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