domingo, 16 de junio de 2013

A mi Rowan

Como flores azules al amanecer,
despampanantes con aroma de jazmines
dispuestas a ser arrebatadas de la vida
para ser plantadas en los cabellos de una sirena.

Dispuesta a sumergirte en la verdad,
igual que un ebrio mira la botella
y sonríe porque aún le queda un nuevo trago
para poder ahogar las pocas penas que aún arrastra.

Como ninfas convertidas en luciérnagas al anochecer,
con sus trajes delicados corriendo entre jardines
dispuestas a iluminar por donde se camina,
que no es más que un sendero cubierto de seda.

Templo perdido en la montaña del quizás,
con los labios de un veneno dulce que me anula
hasta convertirme en un monje que te admira,
igual que se admira y reza a las vírgenes cristianas.

Me has conquistado dejándome sin aliento,
eso has hecho y sin proponértelo.


No hay comentarios: